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NEURODIVERSIDAD… en Contexto Escolar 🤓📚

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La idea de neurodiversidad representa un cambio de paradigma en cómo pensamos acerca de los niños en la educación «especial». En lugar de considerar a estos estudiantes desde su déficit, enfermedad o disfunción, la neurodiversidad sugiere que hablemos acerca de sus fortalezas. La neurodiversidad nos impulsa a discutir la diversidad cerebral usando el mismo tipo de discurso que empleamos de biodiversidad y diversidad cultural. No patologizamos una rosa diciendo que tiene un «un trastorno de déficit de pétalos», simplemente apreciamos su belleza única, no diagnosticamos a los individuos que tienen color de piel distinto al nuestro como personas que padecen una «disfunción pigmentaria», esto sería ser racista. Similarmente NO debemos patologizar a los niños que tienen diferentes formas de procesar la información a nivel cerebral o distintas formas de pensar y aprender.

Aunque los orígenes del movimiento por la neurodiversidad datan del ensayo «No lloren por nosotros» (1993), del activista por el autismo Jim Sinclair; el término neurodiversidad, en realidad, fue acuñado a fines de los 90´s por dos personas: el periodista Harvey Blume  y la defensora del autismo Judy Singer, Blume escribió en 1998: «La neurodiversidad puede ser exactamente igual de crucial para la raza humana como la biodiversidad lo es para la vida en general, ¿Quién puede decir que forma de cableado será la mejor en un momento dado?, la cibernética y cultura de las computadoras por ejemplo, pueden favorecer un tipo de mente algo autista». En 1999, Singer observó: «Para mí, el significado clave del «espectro autista» radica en su llamado a la anticipación de una política de Diversidad Neurológica, o lo que quiero llamar «Neurodiversidad». Los neurológicamente distintos representan ser añadidos a las nuevas categorías políticas familiares de clase/género/raza y aumentarán la percepción del modelo social de la discapacidad».

El término neurodiversidad ha ganado fuerzas en la comunidad autista y se está expandiendo más allá de ella para incluir grupos identificados con otras categorías de discapacidad, incluyendo discapacidades de aprendizaje, discapacidades intelectuales, TDA/TDAH, y trastornos del estado de ánimo.  Este nuevo término tiene gran atractivo porque refleja, tanto las dificultades que enfrentan las personas neurodiversas (incluyendo la falta de tolerancia de los individuos llamados «normales» o «neurotípicos»), como las dimensiones positivas de sus vidas. la neurodiversidad ayuda a entender la investigación emergente en neurociencia y psicología cognitiva que revela mucho sobre el lado positivo de los individuos con discapacidades. Aclara el trabajo del investigador Simon Baron-Cohen, de la universidad de Cambridge, quien ha investigado cómo las fortalezas de los individuos con autismo se relacionan con sistemas de pensamiento en campos tales como la programación de computadoras y las matemáticas(Baron-Cohen, 2003).

Debemos tener en mente que el término neurodiversidad no es un intento de disminuir el sufrimiento por el que pasan las personas neurodiversas o de idealizar lo que muchos aún consideran aflicciones terribles. En lugar de eso, la neurodiversidad busca reconocer la riqueza y complejidad de la naturaleza humana y del cerebro humano.

Las repercusiones de la neurodiversidad para la educación son enormes. Tanto los educadores regulares como de educación especial tienen la oportunidad de salir de la caja y abrazar una tendencia completamente nueva en pensamiento sobre la diversidad humana. En lugar de poner a los chicos en categorías de discapacidad separadas y usar con ellos herramientas y lenguaje anticuado, los educadores pueden usar herramientas y lenguaje inspirados por el movimiento ecologista para diferenciar el aprendizaje y ayudar a los chicos a tener éxito en el salón de clases. Hasta ahora la metáfora que se ha usado más a menudo para describir el cerebro ha sido una computadora o algún otro tipo de máquina. Pero el cerebro humano no es un hardware o software, es un wetware (Wetware es usado para describir elementos equivalentes al hardware y software encontrados en una persona, refiriéndose al Sistema nervioso Central y a la mente humana.) Mientras mas se estudia el cerebro humano, mas se entiende que se aleja del funcionamiento como computadora y se que se acerca al funcionamiento como un ecosistema.  De ahí viene el concepto BRAINFOREST(Bosque Cerebral) que puede servir como una excelente metáfora al discutir como el cerebro responde al trauma redirigiendo el crecimiento por trayectorias neurológicas alternas, y en explicar como las «fallas» genéticas pueden traer consigo ventajas así como desventajas. Condiciones como el Autismo, TDAH, trastornos bipolar y déficit en el aprendizaje han estado en el banco genético por un largo tiempo. Debe haber una razón por la cual todavía están ahí. El uso de metáforas ecológicas sugieren también un acercamiento a la enseñanza. Después de todo, es mas probable que los profesores de salones de clase regulares quieran una «flor rara y hermosa» en su salón, en lugar de un niño «quebrado», «dañado» o «problemático». Así como aceptamos que las especies individuales de plantas tienen necesidades ambientales específicas( por ejemplo, sol, suelo, agua), necesitamos entender que los niños neurodiversos requieren nutrientes ecológicos únicos para florecer.

 

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